Un ermitaño que supo mediar y aconsejar a sus conciudadanos, apaciguando los ánimos enfrentados. Aunque alejado del mundo y retirado en soledad en una celda, logró evitar conflictos fratricidas. Su única arma era el rosario, que llevaba siempre consigo; su único alimento, la Eucaristía. Es Bruder Klaus, conocido como San Nicolás de Flüe.
No hay mucha información histórica sobre el apóstol Mateo. Su nombre deriva de una abreviatura de Matías o Matanía, que significa «Don de Dios». El Martirologio Romano sitúa su muerte el 21 de septiembre y la traslación de su cuerpo desde Etiopía a Salerno, con escala en Paestum, el 6 de mayo. La tradición dice que fue asesinado mientras celebraba misa.
«Desde los primeros siglos de la Iglesia católica, el pueblo cristiano ha elevado suplicantes oraciones e himnos de alabanza y devoción a la Reina del Cielo, tanto en circunstancias gozosas como, mucho más, en momentos de grave aflicción y peligro; ni nunca se han desvanecido en la fe las esperanzas puestas en la Madre del Rey divino, Jesucristo, gracias a la cual hemos aprendido que la Virgen María, Madre de Dios, preside el universo con corazón maternal, como coronada de gloria en la beatitud celestial». Así lo recuerda Pío XII en su Encíclica Ad Caeli Reginam del 11 de octubre de 1954, con la que instituyó la fiesta litúrgica de la «Bienaventurada Virgen María Reina».
Fiesta de la Cátedra de San Pedro Apóstol, a quien el Señor dijo: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. En el día en que los romanos solían conmemorar a sus difuntos, se venera la sede de la entrada en el cielo de aquel Apóstol, quien obtuvo su gloria con su martirio en la colina vaticana y está llamado a presidir la comunión universal en la caridad. Así lo recoge el Martirologio Romano.
San Juan Nepomuceno nació en 1330 (o en 1345, según las fuentes) en Nepomuk, una localidad situada en la actual República Checa. Desde joven se distinguió por su inteligencia y, en 1387, se doctoró en Derecho Canónico en la Universidad de Padua. Nunca buscó la carrera eclesiástica por ambición personal, sino que abrazó su vocación con humildad. Desempeñó diversos cargos, entre ellos párroco y canónigo de la catedral de San Vito de Praga, sin obtener nunca provecho económico alguno.
Santa Cecilia, conocida como Patrona de la música, tanto de los músicos como de las músicas, así como de los lutieres y demás fabricantes de instrumentos musicales, nació en una familia noble romana a principios del siglo III.
El 16 de octubre de 1978 fue elegido Papa el cardenal de Cracovia, Karol Józef Wojtyła. Siguiendo la línea de su predecesor, fallecido repentinamente el 28 de septiembre de 1978, eligió el nombre de Juan Pablo II. Fue el primer pontífice no italiano en 455 años, desde la muerte del último extranjero, Adriano VI de Utrecht, en 1523. También fue el primer Papa polaco de la historia y el primero de lengua eslava. Su pontificado no solo ostenta estos récords, sino que también es uno de los más largos de la historia, después del de San Pedro y Pío IX, con casi 27 años de duración.
"Quiero ser solo un pobre fraile que reza". Así solía decir San Pío de Pietrelcina, bautizado como Francesco Forgione, ante las miles de fieles que acudían a él. ¿Por qué tanta popularidad para un simple capuchino que vivía en un pequeño pueblo en el Gargano? El secreto era que todo aquel que le conocía veía en él una imagen viva de Cristo sufriente y resucitado.
Bartolomé, uno de los doce apóstoles que siguieron a Jesús poco después del bautismo en el Jordán, aparece en los Evangelios sinópticos en la lista de los Apóstoles, siempre junto a su paisano Felipe.
Nacido el 21 de agosto de 1567 en el castillo de Sales, en Thorens-Glières (Alta Saboya), Francisco de Sales creció en el seno de una familia católica perteneciente a la aristocracia saboyana. Su padre, mayordomo del conde Sébastien de Luxembourg-Martigues, era también señor de Sales.
Pertenecía a la familia real de Suecia por parte de su madre, Santa Brígida, y de su padre, Ulf Gudmarson. Es santa Catalina de Suecia, nacida hacia el año 1331, confiada desde niña al cuidado de las monjas cistercienses de Risaberg. A pesar de su voluntad, hubo de abandonar el monasterio, pues su padre la había prometido en matrimonio al caballero Edgar von Kyren, con quien contrajo nupcias a la edad de dieciséis años. Su esposo, también muy piadoso, acordó con ella vivir en castidad. Catalina vivió su matrimonio cuidando de Edgar, que era inválido. En 1344 falleció su padre Ulf.
Lo que sabemos del evangelista Marcos nos ha llegado a través de los Hechos de los Apóstoles y de algunas cartas de Pedro y Pablo. No formó parte del primer grupo de Apóstoles, pero fue discípulo primero de Pablo y después de Pedro. Algunos autores lo identifican con el joven, hijo de la viuda María, que siguió a Jesús tras su arresto en Getsemaní.
La escena nos resulta bien conocida. Dios propone y espera una respuesta: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1, 26-38).
María se convierte en Madre de Dios y del Salvador antes de ser, al pie de la cruz, Madre de la Iglesia. Esta solemnidad es, ante todo, la fiesta de la Encarnación, pues en María comienza Dios su vida humana, una vida que llevará a ese pequeño embrión hasta la Cruz y la Resurrección, hasta la gloria del Padre.
«El nuevo Beato vivió así: en la alegría del Evangelio, sin compromisos, amando hasta el final. Encarnó la pobreza del discípulo, que no es sólo desprendimiento de los bienes materiales, sino sobre todo superación de la tentación de poner en el centro el propio yo y buscar la propia gloria». Así se expresó el Papa Francisco, el domingo 4 de septiembre de 2022, en la Plaza de San Pedro, durante la beatificación de Juan Pablo I, nacido Albino Luciani.
Juan, cuyo nombre significa “Dios nos ha comunicado gracia” y definido por Pablo como “una columna de la Iglesia” (Gal 2,9), era originario de Galilea, probablemente cerca del lago de Tiberíades.
Con una audaz novedad para el siglo XVI, Santa Ángela Mérici propuso un modelo inédito de consagración femenina: no en el claustro, sino en el mundo. Para ello, fundó la Compañía de Santa Úrsula, ofreciendo a las mujeres una nueva forma de entrega a Dios. Con gran sensibilidad hacia los signos de los tiempos, centró su visión en el modelo de la Iglesia primitiva, en la vida de los Apóstoles y de las primeras comunidades cristianas, abriendo así el camino a la devotio moderna.
Ruperto procedía de la alta nobleza franca y estaba emparentado con la familia real merovingia (posiblemente pertenecía a la familia de los Robertinos). A finales del siglo VII, ejercía como obispo de Worms. El duque de los bávaros, Teodón II (+718), lo invitó a Baviera y le confió importantes responsabilidades eclesiásticas y políticas. Ruperto estaba emparentado con la esposa del duque, Folcaida. En la ciudad ducal bávara de Ratisbona, Ruperto convirtió al duque y a su séquito al cristianismo. Según la tradición, él mismo bautizó al duque, motivo por el cual se le conoce como el Apóstol de los bávaros.
«Dios ama a los pobres y, por consiguiente, ama a los que aman a los pobres». Así repetía San Vicente de Paúl a sus colaboradores. Nacido en Pouy, un pueblecito de las Landas francesas, el 24 de abril de 1581, en el seno de una familia de campesinos, nunca olvidó que de niño fue guardián de cerdos y vacas. Su padre le envió a estudiar a Dax, al internado de los Cordeliers, dirigido por los franciscanos, con la esperanza de que pudiera adquirir una educación que ayudara a completar los ingresos familiares.
Descubrió el camino más fácil, breve y seguro para llegar a Jesucristo y permanecer fiel a las promesas del bautismo: la Virgen María. Así, San Luis María Grignion de Montfort propuso a los fieles la consagración a Jesús por medio de la Madre de Dios. Escribía en su célebre Tratado de la verdadera devoción a María: «Por medio de la Santísima Virgen María vino Jesucristo al mundo, y es también por medio de ella como debe reinar en el mundo».
«Como no podemos saber qué es Dios, sino más bien qué no es, no podemos investigar cómo es, sino más bien cómo no es». Así escribía Santo Tomás de Aquino. Nació en 1225 en Roccasecca, provincia de Frosinone, en el seno de una de las familias más importantes de Italia. Al ser el menor de la familia, fue destinado a la vida eclesiástica y, a los cinco años, ingresó en Montecassino como uno de los pueri oblati. A los quince años, comenzó sus estudios en la Universidad de Nápoles, donde se formó en filosofía aristotélica, gramática, ciencias naturales, ciencia árabe y filosofía griega.
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