DIRECCIÓN DE LAS VILLAS PONTIFICIAS
La Dirección de las Villas Pontificias se encarga principalmente de la gestión, el mantenimiento y la conservación de los dos Palacios que le han sido confiados, el Palacio Apostólico con todas sus dependencias, y la Villa Barberini. La Dirección se ocupa también de la gestión de las infraestructuras y redes eléctricas y de agua, incluidas las fuentes del Palazzolo y la cabaña del lago, que garantizan la disponibilidad de energía y agua en todo el territorio de las Villas Pontificias, se habla de aproximadamente 55 hectáreas.
La Dirección de las Villas Pontificias es una realidad al servicio de los Sucesores de Pedro, porque su misión ha sido siempre la de asistir al Pontífice en sus períodos de descanso.
Estos lugares, que en el pasado han acogido durante mucho tiempo al Santo Padre durante el período estival, han representado siempre para todos los que trabajan y viven allí, su casa, su orgullo, su historia y para muchos de ellos, su familia. Durante muchos años, servir al Santo Padre ha sido el principal aglutinante de sus relaciones humanas y profesionales.
La estructura organizativa se ha diseñado como una réplica “en miniatura” del Vaticano. De hecho, dentro de la Dirección hay servicios que cubren todas las posibles necesidades que puedan tener el Santo Padre y su séquito, están los floristas que apoyan las necesidades diarias de los huéspedes del Palacio Apostólico, el personal operativo como electricistas, fontaneros, carpinteros, conductores y jardineros, y por último, un grupo de responsables de sector, que junto con el Director supervisan todas las necesidades que pueda tener la Familia Pontificia durante su estancia.
Ciertamente, en los últimos años, el estilo y también el uso del enorme patrimonio de las Villas ha cambiado profundamente.
La residencia de verano de los Papas se ha convertido en un espacio abierto al público para mostrar la gran belleza del lugar y de los Palacios.
Se ha pasado de un servicio diario ofrecido por todo el personal a los Papas, a la integración del propio personal con las necesidades de los turistas y guías de museos que visitan las Villas.
Este proceso de transformación de residencia veraniega de los Papas a centro cultural ha llegado a su fin. La Dirección de las Villas Pontificias podrá colaborar cada vez más con la Dirección de los Museos Vaticanos, para unir el aspecto turístico con el cultural, acogiendo exposiciones, congresos y encuentros institucionales en los dos maravillosos Palacios, el Apostólico y Villa Barberini, para hacer de las Villas un lugar “patrimonio de la cultura y de la humanidad”.
En el corazón de todos los empleados, sin embargo, está siempre la voluntad de retomar el papel institucional para el que la Dirección de las Villas Pontificias fue creada en 1930, el de acoger, hacer tranquila y relajante la estancia de los Pontífices.
Actualmente trabajan en la Dirección de las Villas Pontificias 20 personas, además del Director, divididas en tres grupos. El primero tiene tareas operativas dedicadas principalmente a la gestión, mantenimiento y conservación del Palacio Apostólico y del Palacio Barberini, así como del valioso mobiliario que albergan; un segundo grupo se encarga de la gestión del Jardín Secreto y del Jardín del Moro y, por último, algunos colaboradores directos del Director supervisan la Secretaría de Dirección, los aspectos administrativos y la gestión del personal.