Forman parte de esa cultura del descarte, fruto de muchas sociedades modernas, y con frecuencia son marginados por no responder a los cánones del beneficio económico ni de la productividad. Son los enfermos quienes, junto con los médicos y los profesionales sanitarios —es decir, el mundo de la sanidad—, han celebrado su Jubileo los días 5 y 6 de abril.
Esta realidad tan diversa como admirable, en la que la caridad se une a la solidaridad, ha vivido el Jubileo con el pensamiento dirigido al Papa Francisco, aún convaleciente en la Casa Santa Marta.
Por otra parte, ¿qué serían los enfermos sin quienes se ocupan de ellos? Médicos, enfermeros y todos aquellos que, día tras día, se dedican a su cuidado, forman un solo cuerpo para aliviar sus sufrimientos y dificultades.
Entre las muchas personas que, en actitud orante, recorrieron el trayecto desde la Piazza Pia hasta la Basílica de San Pedro, atravesando la Puerta Santa en la mañana del sábado 5 de abril, se encontraba también un grupo de unos cincuenta empleados de la Dirección de Sanidad e Higiene de la Gobernación y de la Farmacia Vaticana.
Les acompañaban el profesor Andrea Arcangeli y el doctor Luigi Carbone, Director y Subdirector respectivamente de la Dirección de Sanidad e Higiene, así como el padre Binish Thomas Mulackal, Director de la Farmacia Vaticana. Con ellos, también aquellos que están en contacto directo con los enfermos: médicos, farmacéuticos, enfermeros. Son los profesionales de la Gobernación que atienden a quienes sufren en el cuerpo y en el espíritu, y que prestan su servicio en el devenir cotidiano de la vida.
Su participación en el Jubileo de los enfermos y del mundo de la sanidad concluyó la mañana del domingo 6 de abril en la Basílica Vaticana, con la concelebración eucarística presidida por el arzobispo Rino Fisichella, Pro-prefecto de la Sección para las Cuestiones Fundamentales de la Evangelización en el Mundo del Dicasterio para la Evangelización.
El Papa Francisco se unió a la peregrinación jubilar de los enfermos y del mundo sanitario con su presencia en la Plaza de San Pedro, por primera vez tras recibir el alta del Policlínico Agostino Gemelli.