Fiel testigo de la herencia de Ambrosio
San Honorato es una figura central en la historia de la Iglesia vercelense, recordado por su profunda espiritualidad, su entrega al servicio eclesial y el vínculo privilegiado que le unió a dos grandes santos: Eusebio y Ambrosio. Originario de la comunidad monástica fundada por San Eusebio en Vercelli, Honorato fue su discípulo y compañero de exilio durante las persecuciones arrianas. Aquel ambiente ascético y formativo le preparó para desempeñar un papel destacado en la vida de la Iglesia.