Predicación y milagros al servicio del Reino de Dios
Un noble portugués que, renunciando a las riquezas y los honores, optó por ingresar entre los canónigos agustinos. Conmovido más tarde por el testimonio de los cinco protomártires franciscanos, se hizo discípulo del Poverello, poniéndose al servicio de la Palabra mediante la predicación. Es San Antonio de Padua, nacido en Lisboa hacia 1195, en el seno de una familia noble, y bautizado con el nombre de Fernando. Sus primeros años de formación transcurrieron bajo la tutela de los canónigos de la catedral.