Una existencia trágica y pobre iluminada por el amor al Crucificado
Todo aquello que el mundo considera desgracia y fracaso se encuentra condensado en la breve vida de este joven que murió con tan solo 19 años. Huérfano, pobre, explotado en el trabajo, enfermo crónico, marginado… encontró su plenitud en seguir a Cristo crucificado. Es Nunzio Sulprizio, quien descubrió en el amor de Dios el sentido de su vida. Una existencia miserable desde una perspectiva humana, pero rica en santidad.