Un nuevo camino de consagración para las mujeres
Con una audaz novedad para el siglo XVI, Santa Ángela Mérici propuso un modelo inédito de consagración femenina: no en el claustro, sino en el mundo. Para ello, fundó la Compañía de Santa Úrsula, ofreciendo a las mujeres una nueva forma de entrega a Dios. Con gran sensibilidad hacia los signos de los tiempos, centró su visión en el modelo de la Iglesia primitiva, en la vida de los Apóstoles y de las primeras comunidades cristianas, abriendo así el camino a la devotio moderna.