Plantación de un naranjo en los Jardines Vaticanos por iniciativa de la Embajada de la República Dominicana ante la Santa Sede
En recuerdo de la aparición de la Virgen de la Altagracia
La Virgen de la Altagracia acompaña al pueblo de la República Dominicana desde 1514. El Bastione Maestro de los Jardines Vaticanos alberga una reproducción de la venerada imagen que, según la tradición, apareció en un naranjo. Para conmemorar la aparición y estrechar los lazos entre la Ciudad del Vaticano y los fieles de la nación caribeña, en la mañana del martes 23 de julio, el Cardenal Fernando Vérgez Alzaga, Presidente del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, junto con el Embajador de la República Dominicana ante la Santa Sede, Luis Emilio Montalvo Arzeno, plantaron un naranjo en los Jardines Vaticanos. Entre los presentes se encontraba el Director de la Dirección de Infraestructuras y Servicios, el ingeniero Salvatore Farina.
A continuación publicamos el discurso del Cardenal:
Estimados amigos,
Saludo, en primer lugar, a Su Excelencia el Embajador de la República Dominicana ante la Santa Sede,
Luis Emilio Montalvo Arzeno,
y a la Ministra Consejera de la misma Embajada, Dolores Margarita Cedeño Pérez,
La República Dominicana, que se honra en tener como patrona a la Virgen de la Altagracia, ha querido con este gesto de plantar un naranjo en los Jardines Vaticanos recordar la aparición de María en el siglo XVI sobre un naranjo. Nuestra Señora de Altagracia ya está presente en un mosaico en la Bastione Maestro.
Sabemos lo profunda que es la devoción de los fieles a la Virgen de Altagracia y lo arraigada que está a lo largo de los siglos. El pueblo dominicano siempre se ha aferrado a María durante acontecimientos históricos a menudo turbulentos.
Recuerdo que el Papa Francisco quiso expresar su cercanía al pueblo dominicano ofreciéndole a la Virgen una rosa de oro que fue colocada a los pies de la imagen mariana por el Arzobispo Edgar Peña Parra, como Su Enviado Especial, el 15 de agosto de 2022, en la clausura de las celebraciones del centenario de su coronación.
Aprovecho la ocasión para agradecer al Embajador, quien próximamente concluirá su servicio en la Embajada ante la Santa Sede, su compromiso y esfuerzos por consolidar las relaciones entre la República Dominicana y el Estado de la Ciudad del Vaticano. Asimismo, aprovecho la ocasión para saludarle y transmitirle mis mejores auspicios para el nuevo empeño que le espera.
Que la Virgen bendiga a los presentes y a todo el pueblo dominicano.