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En diálogo con el Director de la Farmacia Vaticana

Espíritu de acogida y hospitalidad caritativa

La Farmacia Vaticana es singular y única. Se distingue de las demás no sólo por su ubicación dentro del Estado de la Ciudad del Vaticano y su amplísima gama de productos, sino por prestar un servicio que es casi una misión. Esto es, contribuir a la salud del cuerpo para dar esperanza en el espíritu a los que sufren. Inspirada en el carisma de San Juan de Dios, en la profesionalidad y la competencia. El director de la Farmacia Vaticana, el Hermano Binish Thomas Mulackal, de la Orden de Fatebenefratelli, nos lo cuenta en esta entrevista. 

La Farmacia celebra el 150 aniversario de su fundación. ¿Qué ha cambiado desde entonces y qué no ha variado?

La Farmacia Vaticana celebra 150 años desde su fundación, un hito que pone de relieve tanto los cambios como las constantes a lo largo del tiempo, como la cantidad y la calidad de los medicamentos tratados. La farmacia en sí se ha ampliado y modernizado mucho a lo largo de las décadas, pero el espíritu de quienes trabajan en ella sigue siendo el mismo que en el pasado.  Esencialmente, este espíritu consiste en contribuir a la salud del cuerpo para dar esperanza a los que sufren. Todo ello en una misión de servicio y caridad.

Desde diversos puntos de vista, la Farmacia ha experimentado numerosas actualizaciones y modernizaciones.

Comenzando por el ámbito tecnológico: de las herramientas manuales a los sistemas informatizados y las máquinas automáticas. Incluso en lo que respecta a los medicamentos, se ha pasado de preparados artesanales a medicamentos industriales y biotecnológicos. La reglamentación también ha cambiado: de normas menos estrictas a controles estrictos de calidad y seguridad. Incluso el papel del farmacéutico ha cambiado: de preparador de medicamentos a asesor sanitario, y con respecto a la profesionalidad y la competencia, la formación continua y la experiencia siguen siendo esenciales. También se tiende a buscar la personalización de la asistencia, con atención a las necesidades específicas de los pacientes. Con la ética y la integridad como valores constantes para garantizar el bienestar de los pacientes.

¿En qué medida influye el carisma de San Juan de Dios en el funcionamiento de la farmacia?

El carisma de San Juan de Dios, fundador de los Fatebenefratelli, influye profundamente en el funcionamiento de la Farmacia. Sus principios de compasión, servicio a los enfermos y dedicación al bienestar de los demás inspiran a los farmacéuticos a mantener un alto nivel ético y una atención centrada en el paciente. Este carisma fomenta un entorno de empatía, profesionalidad e integridad en la práctica diaria de la Farmacia.

 

¿Cuál es la diferencia entre una Farmacia convencional y la Farmacia Vaticana?

La diferencia es sin duda el espíritu de acogida y hospitalidad caritativa que tenemos principalmente. La Farmacia Vaticana se diferencia de las farmacias convencionales principalmente por su ubicación y función únicas. Situada dentro de la Ciudad del Vaticano, atiende a una clientela específica de residentes y empleados vaticanos, clérigos y visitantes con recetas especiales. También tiene acceso a una amplia gama de medicamentos, incluidos los que son difíciles de encontrar y proceden de mercados internacionales, que a menudo no están disponibles en las farmacias ordinarias. Las farmacias normales, en cambio, atienden al público en general y funcionan con arreglo a la normativa sanitaria y farmacéutica del país en el que se encuentran.

¿Hay alguna característica que distinga a quienes trabajan en ellas?

Es la alta competencia profesional combinada con una fuerte ética de servicio. Los farmacéuticos y el personal se seleccionan por su capacidad para prestar una asistencia sanitaria de alta calidad, a menudo multilingüe, y por su compromiso de seguir los principios éticos y morales inspirados en el carisma de San Juan de Dios. En particular, la profesionalidad, que no lo es todo si no va acompañada de una gran voluntad de escucha y empatía con el paciente, lo que permite ofrecer todas las herramientas para tratar los problemas de salud de la mejor manera posible.   

 

¿Qué planes tiene para un futuro próximo?

Los proyectos surgen en función de las necesidades, los cambios y las exigencias de la estructura y del momento. En los últimos 10 años, la Farmacia Vaticana ha llevado a cabo varios proyectos importantes, como el nuevo stand en los Museos Vaticanos, la renovación completa y la automatización con el uso de robots.

Hay varios proyectos en marcha para mejorar nuestro servicio a los enfermos y necesitados. Estamos evaluando, junto con las distintas direcciones del Governatorato, un servicio de automatización de almacenes que nos ayudará a facilitar aún más todos los pasos para una entrega más rápida y precisa de los productos requeridos.

Ahora, mientras nos preparamos para el próximo Jubileo de la Iglesia: "Peregrinos de la Esperanza", estamos trabajando para hacer nuestra contribución en el servicio que es nuestra responsabilidad.

La Comunidad Fatebenefratelli y todos los profesionales colaboradores se comprometen a hacer que el servicio de la Farmacia sea cada vez más eficaz y moderno, en línea con las necesidades de los tiempos actuales.

(Nicola Gori)

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