Revelado el sello postal por el 40º aniversario de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y los Estados Unidos de América
Colaboración para la defensa de la dignidad humana y los derechos de cada persona
Cuarenta años de relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y los Estados Unidos de América no constituyen un punto de llegada, sino más bien una etapa en el camino de amistad y colaboración. Para conmemorar el aniversario, el Servicio de Correos y Filatelia del Gobernatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano ha emitido un sello postal, que fue oficialmente revelado la mañana del lunes 16 de septiembre en la sala de conferencias de los Museos Vaticanos. Para la ocasión, también se preparó un matasellos especial die emissionis, que reproduce los escudos de la Santa Sede y de los Estados Unidos de América. Completan el matasellos las inscripciones “40º de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y los Estados Unidos de América”, “Poste Vaticane” y “die emissionis 16.09.2024”.
El Cardenal Fernando Vérgez Alzaga, Presidente del Gobernatorato, y la señora Laura Hochla, Encargada de Negocios ad interim de la Embajada de los Estados Unidos de América ante la Santa Sede, fueron los encargados de revelar la reproducción ampliada del sello postal y de aplicar el primer matasellos especial.
En su intervención, la señora Hochla destacó que “Fue el 10 de enero de 1984 cuando el presidente Ronald Reagan y el papa Juan Pablo II decidieron establecer relaciones diplomáticas formales. Los Estados Unidos abrieron una embajada ante la Santa Sede el 9 de abril de 1984. En realidad, nuestras relaciones se remontan mucho más atrás”. Luego señaló que “Estados Unidos ha mantenido relaciones consulares con los Estados Pontificios desde 1797. Hoy, los Estados Unidos y la Santa Sede continúan cooperando en numerosos temas globales, como la protección de migrantes y refugiados, el diálogo interreligioso, la resolución de conflictos —incluida la promoción de una paz justa y duradera en Ucrania—, y la protección y defensa del medio ambiente contra el cambio climático. La defensa de los derechos humanos, la promoción de la justicia social y la protección de los derechos de las poblaciones vulnerables son la base de esta relación de cooperación, una relación que se fortalece cada vez más”. En este sentido, observó la señora Hochla, “el sello conmemorativo, realizado por el Servicio de Correos y Filatelia del Gobernatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, es un símbolo de la larga amistad y la estrecha colaboración que une a nuestros dos países”.
Al encuentro, moderado por Barbara Jatta, directora de la Dirección de Museos y Bienes Culturales, asistieron la hermana Raffaella Petrini, secretaria general del Gobernatorato; el ingeniero Antonino Intersimone, director de la Dirección de Telecomunicaciones y Sistemas Informáticos; y el jefe de la Oficina del Servicio de Correos y Filatelia, don Felice Bruno de los Hijos de la Divina Providencia (Orionistas). La señora Hochla estuvo acompañada por una delegación en la que se encontraba, entre otros, Stuart Smith, jefe de Asuntos Postales Internacionales del Departamento de Estado de los EE. UU.
Al finalizar la conferencia, los participantes visitaron el Museo Anima Mundi, donde la doctora Romina Cometti ofreció una explicación de la Colección de América del Norte.
A continuación, el discurso del Cardenal Presidente:
Discurso del Cardenal Fernando Vérgez Alzaga, Presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, con motivo de la emisión filatélica por el “40º aniversario de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y los Estados Unidos de América”, el 16 de septiembre en la Sala de Conferencias del Museo Vaticano.
Saludo en primer lugar a la señora Laura Hochla, encargada de negocios de la Embajada de los Estados Unidos de América ante la Santa Sede y con ella a la delegación diplomática estadounidense.
Saludo a Sor Raffaella Petrini y al abogado Giuseppe Puglisi-Alibrandi, respectivamente Secretaria General y Vicesecretario General de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, al ingeniero Antonino Intersimone, Director de la Dirección de Telecomunicaciones y Sistemas Informáticos, a don Felice Bruno, Jefe de Oficina del Servicio Postal y Filatelia.
Aprovecho la ocasión para recordar con gratitud a don Francesco Mazzitelli, ex Jefe Adjunto del Servicio y autor de esta emisión filatélica.
A la Dra. Barbara Jatta, nuestro agradecimiento por acogernos hoy en los Museos Vaticanos.
Era el 9 de abril de 1984, cuando San Juan Pablo II, en el discurso al primer Embajador de los Estados Unidos de América, S.E. William Wilson, subrayó que, con el establecimiento de las relaciones diplomáticas, se estaba viviendo un momento histórico. “Las relaciones amistosas que desde hace mucho tiempo existen entre los Estados Unidos y la Santa Sede -dijo el Pontífice- asumen hoy una forma nueva y especial, las relaciones diplomáticas vienen ahora a formalizar, en las formas habituales que regulan las relaciones oficiales en la comunidad internacional, una relación de estrecha colaboración que ya ha dado sus frutos desde hace no pocos años”.
Hoy recordamos con un sello conmemorativo ese acontecimiento histórico. La elección de dedicar una emisión filatélica al aniversario es sin duda un signo de la atención y la importancia que la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano atribuyen a estas relaciones diplomáticas. De hecho, confiar a un sello la celebración de un evento es como elaborar un pequeño objeto de arte que dará la vuelta al mundo y transmitirá el mensaje que se le ha confiado como una especie de manifiesto. Estoy agradecido por ello a la Dirección de Telecomunicaciones y Sistemas Informáticos, que han realizado este sello.
Ciertamente, las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos de América y el Vaticano tienen sus raíces no en 1984, sino a partir de 1788, cuando George Washington hizo comunicar a Pío VI, a través de Benjamin Franklin, que en la nueva República no se necesitaba ningún permiso para el nombramiento de un obispo por parte de la Santa Sede.
Desde entonces, se ha recorrido un largo camino que ha permitido llegar a las plenas relaciones diplomáticas de las que hoy disfrutamos, en cuya base hay algunos principios comunes, como el compartir valores y el espíritu de buena voluntad.
Para el Estado de la Ciudad del Vaticano, esta colaboración significa comprometerse con todas las fuerzas en la defensa de la dignidad humana y los derechos de cada persona, en el compromiso con la protección de la libertad, la promoción de la justicia y la defensa de la verdad.
Colaboración que se efectúa para llevar a cabo el diálogo y promover la paz y la búsqueda de todos los medios para poner fin a los conflictos. El Papa Francisco, el jueves 24 de septiembre de 2015, en Washington, D.C., durante la visita al Congreso de los Estados Unidos de América, pronunció un discurso ante la Asamblea Plenaria. En aquella ocasión, subrayó, entre otras cosas, que: “Una Nación es considerada grande cuando defiende la libertad, como hizo Abraham Lincoln; cuando genera una cultura que permita a sus hombres «soñar» con plenitud de derechos para sus hermanos y hermanas, como intentó hacer Martin Luther King; cuando lucha por la justicia y la causa de los oprimidos, como hizo Dorothy Day en su incesante trabajo; siendo fruto de una fe que se hace diálogo y siembra paz, al estilo contemplativo de Merton”. Cuatro representantes del Pueblo americano, que expresan de la mejor manera el espíritu de libertad y compromiso social que caracteriza a vuestro país.
Quisiera concluir mi intervención con las mismas palabras de san Juan Pablo II en el discurso al primer embajador estadounidense, porque creo que siguen siendo actuales: “Mi oración es que Estados Unidos no decaiga en sí mismo y renueve su identidad en la fidelidad a los principios morales y religiosos y en el servicio a un mundo necesitado de paz y de derechos humanos, un mundo hambriento de pan y sediento de justicia y de amor fraterno. Con estos sentimientos, señor embajador, - decía el Santo Padre - pido a Dios que le asista en su misión e invoco sus bendiciones sobre el presidente y sobre todo el pueblo de los Estados Unidos de América”.