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Entrevista con el ingeniero Antonino Intersimone, Director de la Dirección de Telecomunicaciones y Sistemas Informáticos, con ocasión del AI for Good Global Summit 2025

Para afrontar los desafíos globales

Una exhortación al discernimiento riguroso, para que la Inteligencia Artificial se convierta en una herramienta al servicio del bien común, promoviendo el diálogo y la fraternidad. Es la invitación formulada por el Papa León XIV a los participantes en el AI for Good Global Summit 2025, celebrado en Ginebra del 8 al 11 de julio.

Al encuentro internacional asistió también una Delegación Vaticana, encabezada por el Presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano. De ello habla en esta entrevista el ingeniero Antonino Intersimone, Director de la Dirección de Telecomunicaciones y Sistemas Informáticos, quien ofrece además un balance del World Summit on the Information Society (WSIS) +20 High-Level Forum 2025.

 

¿Qué son el WSIS+20 High-Level Forum 2025 y el AI for Good Global Summit 2025?

El WSIS, World Summit on the Information Society, es una plataforma multilateral de las Naciones Unidas. El proceso se inició con dos cumbres principales (Ginebra 2003 y Túnez 2005) con el objetivo de fomentar sociedades de la información centradas en la persona y orientadas hacia un desarrollo equitativo y sostenible. El WSIS+20 High-Level Forum 2025 se celebró en Ginebra del 7 al 11 de julio de 2025 y fue organizado por la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones), junto con otros organismos de la ONU como la UNESCO, el PNUD y la UNCTAD, con el respaldo de la Confederación Suiza. Esta edición +20 del Foro de Alto Nivel constituyó un evento de evaluación destinado a examinar los avances y retos afrontados en las dos últimas décadas desde el inicio del proceso WSIS, sobre cuya base se están definiendo nuevas líneas de acción para el futuro de la cooperación digital global durante los próximos veinte años. Se trata, por tanto, de una etapa clave de cara a la revisión formal de la plataforma WSIS por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, prevista para los días 16 y 17 de diciembre de 2025 en Nueva York.

El AI for Good, por su parte, es la principal plataforma de las Naciones Unidas dedicada a la Inteligencia Artificial, cuyo objetivo es identificar y promover aplicaciones innovadoras de la IA que permitan afrontar los grandes desafíos globales y contribuir al cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. El AI for Good Global Summit tuvo lugar en Ginebra del 8 al 11 de julio de 2025, en paralelo al WSIS+20 High-Level Forum 2025, y fue organizado por la UIT en colaboración con más de 40 agencias de Naciones Unidas, diversas organizaciones internacionales, ONG, instituciones académicas y destacados actores del sector privado.

Por su propia naturaleza, la Cumbre se centró en la aplicación práctica de la IA en sectores clave como la salud, el clima, la agricultura, la educación y las comunicaciones, promoviendo soluciones concretas y fomentando el diálogo y la cooperación entre innovadores, instituciones y responsables políticos, con el fin de garantizar que el avance tecnológico sea justo, inclusivo y guiado por decisiones informadas.

Otro de los ejes fundamentales del AI for Good Global Summit fue el análisis de la gobernanza de la IA, en lo que respecta tanto a los estándares éticos como a la interoperabilidad.

 

¿Cuáles han sido las principales novedades o temas más destacados en relación con el futuro de la Sociedad de la Información y el papel de la Inteligencia Artificial?

Me ha impresionado profundamente el creciente énfasis en la necesidad de una gobernanza global de la Inteligencia Artificial que sea inclusiva y esté fundamentada en los derechos humanos. En el WSIS+20 se debatió ampliamente sobre cómo las tecnologías digitales pueden acelerar —o, en algunos casos, dificultar— la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), mientras que en el AI for Good la atención se centró más específicamente en soluciones concretas; no obstante, el hilo conductor de la equidad y del acceso universal estuvo muy presente en ambos foros.

En este contexto, el mensaje del Papa León XIV, leído durante el AI for Good Global Summit 2025 por el arzobispo Ettore Balestrero, Observador Permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas y las Instituciones Especializadas en Ginebra, fue especialmente claro y profundo. En dicho mensaje se traza una visión lúcida y rotunda sobre el desarrollo y uso de la Inteligencia Artificial, situando a la persona humana en el centro. El Papa exhortó a un discernimiento riguroso, para que la IA se convierta en una herramienta al servicio del bien común, promoviendo el diálogo y la fraternidad. En una época de profunda innovación como la actual, en la que nuestra misma comprensión del ser humano está siendo redefinida, la Inteligencia Artificial representa un potencial inmenso, pero también una encrucijada decisiva. Es fundamental garantizar que esta tecnología esté verdaderamente al servicio de la humanidad en su conjunto, dando siempre prioridad a los valores humanos y sociales.

 

¿Cómo cree que las recomendaciones o conclusiones surgidas de estas cumbres podrían influir concretamente en las políticas o iniciativas a nivel nacional o global en los próximos años?

Considero que las recomendaciones y líneas de acción definidas proporcionarán una base sólida para los próximos años. En particular, preveo un aumento de las inversiones en infraestructuras digitales en los países en desarrollo, así como un impulso renovado hacia marcos normativos sobre la IA que protejan la privacidad y prevengan los sesgos. La esperanza es que no se queden simplemente en documentos, sino que se traduzcan en políticas reales a nivel nacional e internacional.

Un ejemplo concreto lo aportó precisamente la Delegación Vaticana. Durante la Mesa Redonda Ministerial celebrada el 9 de julio en el marco del WSIS+20, la presidenta de la Gobernación y jefa de la Delegación, sor Raffaella Petrini, presentó los diversos e importantes pasos que ha dado el Estado de la Ciudad del Vaticano. Entre ellos, mediante el decreto n.º DCCII de la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano, la Gobernación promulgó las Directrices sobre la Inteligencia Artificial, en vigor desde el 1 de enero de 2025. Dichas directrices promueven medidas destinadas a apoyar el desarrollo ético y el uso responsable de la IA dentro del Estado vaticano. Responden a la necesidad concreta de garantizar la protección de la persona, la seguridad y la transparencia, ofreciendo un marco de referencia para el progreso tecnológico que mire a la fraternidad y la paz, asegurando al mismo tiempo una distribución justa y sostenible de los beneficios que aporta la Inteligencia Artificial.

Además de la dimensión normativa, la Gobernación ha acompañado la iniciativa con un amplio plan de formación sobre el uso de tecnologías digitales, con un enfoque específico en las herramientas proporcionadas por la Inteligencia Artificial.

 

¿Qué sinergias o diferencias clave ha observado en el enfoque de la UIT respecto a los temas tratados en el WSIS+20 y en el AI for Good Global Summit?

La principal sinergia que he percibido reside en el objetivo común de aprovechar la tecnología al servicio del bien social. El WSIS+20 adoptó un enfoque más amplio y estratégico, centrado en revisar el progreso general de la Sociedad de la Información en los últimos veinte años. AI for Good, por el contrario, se enfocó mucho más en la aplicación práctica de la IA para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con casos de uso concretos y una participación destacada del sector privado y de los innovadores.

Ambos enfoques se complementaron perfectamente. En particular, en AI for Good resultaron especialmente impresionantes las demostraciones de robots capaces de interactuar con seres humanos, con aplicaciones que abarcan desde la rehabilitación hasta la asistencia, así como dispositivos médicos de apoyo para personas con todo tipo de discapacidades, desde las motoras hasta las visuales.

 

¿Qué oportunidades o desafíos considera más urgentes, a la luz de los debates mantenidos, para garantizar que la evolución digital y la IA sean herramientas al servicio del bienestar global y no fuentes de nuevas desigualdades?

Una gran oportunidad es, sin duda, la aceleración del cumplimiento de los ODS mediante la IA y las tecnologías digitales, especialmente en ámbitos como la salud, la educación y la acción climática. El desafío más urgente, en mi opinión, es asegurar que esta evolución no profundice la brecha digital y que los beneficios de la innovación sean accesibles para todos.

También considero urgente abordar las cuestiones éticas relacionadas con la IA, como los sesgos algorítmicos —tanto lingüísticos como sociales— y la protección de los datos personales, para construir una sociedad digital justa e inclusiva. Por ello, es esencial centrar todos los esfuerzos en el diálogo y la cooperación a escala global, con el fin de garantizar que la IA esté verdaderamente al servicio de la humanidad, en beneficio de las generaciones presentes y futuras.

En definitiva, no debemos dispersar nuestras energías compitiendo entre Estados, empresas y organizaciones, sino avanzar juntos en una colaboración sólida que nos permita construir un futuro justo y compartido para el bienestar de todos.

 

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