En el Aula Pablo VI, el Papa León XIV se reunió con los participantes de “Estate Ragazzi” y con 300 niños ucranianos

En nombre de la diversidad y de la acogida
Fue una visita marcada por la amistad, el afecto, la inclusión y el espíritu familiar la que realizó el Papa León XIV a los participantes de “Estate Ragazzi” en el Vaticano, la mañana del jueves 3 de julio, en el Aula Pablo VI. Antes de encontrarse con ellos, recibió a trescientos niños y adolescentes procedentes de Ucrania, acogidos durante el verano por Cáritas Italiana, según informa una nota de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Los trescientos diez participantes en la sexta edición de “Estate Ragazzi” tuvieron la oportunidad de acercarse al drama vivido por tantos de sus coetáneos que sufren las consecuencias de la guerra. Los pequeños ucranianos están disfrutando en Italia de un periodo de paz, lejos de las alarmas, las bombas y la destrucción.
Para los niños del campamento – que llevaban gorras y camisetas de colores según su grupo de edad: de 5 a 6 años (verde), de 7 a 8 años (amarillo), de 9 a 10 años (celeste) y de 11 a 13 años (azul) – fue una ocasión para reflexionar sobre el tema de este año: “Todo lo contrario, cuando el otro lo es todo”. A lo largo de las jornadas, están acompañados por Kerek, nacido en la Ciudad Recta, donde todo es cuadrado y lineal, y todo lo que no lo es está prohibido, y por el anciano sabio Pepe, el Dueño de la Hospedería. El anciano, con su sabiduría y experiencia, guía al protagonista en el descubrimiento de la diversidad. Una ocasión para subrayar la importancia de la inclusión y la amistad.
Recibido por los monitores del campamento, el Papa dialogó con los niños y respondió a algunas preguntas. El Papa León habló de su infancia, de su participación en la Misa, donde se encontraba con otros niños, otros amigos, pero sobre todo con “el mejor amigo, Jesús”.
Habló de diversidad y acogida, dirigiendo en primer lugar unas palabras de bienvenida en inglés a los niños ucranianos, y añadió: “Es importante respetarnos, no quedarnos en las diferencias, sino construir puentes, amistad; todos podemos ser amigos, hermanos, hermanas”. Y, respondiendo a una pregunta sobre la guerra, explicó cómo también desde pequeños es necesario aprender a ser constructores de paz y de amistad, a no entrar en guerras ni peleas, a no fomentar nunca el odio ni la envidia:
«Jesús nos llama a ser todos amigos», porque es importante «aprender desde niños a tener respeto mutuo, a ver en el otro a alguien como yo».
Los niños y adolescentes ofrecieron al Papa algunos regalos: objetos elaborados por ellos durante el campamento, recuerdos de “Estate Ragazzi”, así como dibujos y obras realizados por los niños y jóvenes ucranianos.
Al concluir el encuentro, tras tomarse fotos juntos, el Papa León invitó a todos a rezar juntos el Ave María, y bendijo a los presentes, entre ellos Sor Raffaella Petrini, el Arzobispo Emilio Nappa y el abogado Giuseppe Puglisi-Alibrandi, respectivamente Presidenta y Secretarios Generales del Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, así como don Franco Fontana, Coordinador de los Capellanes de las Direcciones y Oficinas Centrales, y de la iniciativa “Estate Ragazzi”.
La iniciativa – reservada a los hijos de los empleados de la Gobernación y de la Santa Sede – fue promovida por la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano y está coordinada por don Fontana. Comenzó el lunes 16 de junio y concluirá el viernes 1 de agosto.