Entrevista a Chiara Principe, artista de monedas para la Casa de la Moneda del Estado de la Ciudad del Vaticano
Inspiración, estudio, técnica y experiencia
Por primera vez en la historia de las emisiones numismáticas del Estado de la Ciudad del Vaticano, el proceso artístico creativo de una moneda se realizó exclusivamente a través de una computadora personal, sin el uso de lápices, hojas y materiales escultóricos, sino solo con la pluma sobre la pantalla interactiva de la tableta gráfica. Fue con esta elaboración técnica que se llegó a la realización de la moneda de oro de 50 euros de 2024 sobre el tema "Guerra y Paz". Este valor ganó el premio a la Mejor Moneda de Oro en el prestigioso concurso internacional Coin of the Year (COTY) 2025. Para llegar a este importante reconocimiento, se partió de un trabajo en equipo, como explica en esta entrevista a www.vaticanstate.va Chiara Principe, la artista diseñadora, que ha colaborado durante trece años con la Casa de la Moneda del Estado de la Ciudad del Vaticano en el diseño de monedas.
¿Cuál fue la inspiración principal detrás del diseño de esta moneda?
Entre las emisiones numismáticas vaticanas, cada año dos monedas de colección acompañan la serie divisional proof anual de las monedas euro del Estado de la Ciudad del Vaticano: se trata de la moneda de 20 euros en plata y la de 50 euros en oro, cuyos temas son tradicionalmente elegidos por el artista seleccionado entre los temas más cercanos al Papa en el último año de su pontificado. Estas emisiones son, de hecho, el emblema del magisterio papal de cada año de pontificado, y cuando recibí el encargo de realizar la moneda de 50 euros, pensé de inmediato que era necesario aprovechar la ocasión para poner el foco sobre la crítica situación bélica que afectaba entonces y sigue afectando Europa, el Medio Oriente y muchos otros lugares del mundo que a menudo ni siquiera se mencionan. En 2024, los llamados de paz del Papa Francisco nunca cesaron, especialmente después del estallido del último sangriento conflicto en Tierra Santa, iniciado en octubre de 2023. Propuse dedicar mi moneda a esta emergencia de paz, intentando hacerlo de la manera menos retórica y más directa posible: el título que finalmente se dio a la emisión fue "Guerra y Paz", porque la inspiración principal surgió justamente de este dualismo y esta fuerte oposición entre el mal y el bien, entre el odio y el amor, entre la muerte y la vida.
¿Quiso transmitir un mensaje específico a través de su trabajo?
La eterna lucha entre el bien y el mal siempre ha marcado la historia de la humanidad: la historia de la salvación comienza precisamente a causa de la desobediencia de Adán y Eva, quienes comieron del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Desde ese momento, cada uno de nosotros se enfrenta todos los días a esta elección íntima: seguir el bien y construir la paz, o seguir el mal y alejarse de Dios, entrando en guerra con uno mismo y con los demás. Este dualismo innato del corazón humano se traduce en el diseño de esta moneda a través de una fisura vertical que separa y enfrenta los dos escenarios opuestos: a la izquierda vemos la silueta vacía de un soldado, un hombre vacío por los horrores de la guerra, mientras en el fondo se eleva el humo de las explosiones y el alambre de espino parece encarcelar al mundo. A la derecha, el alambre de espino se transforma en una rama de olivo, y la figura del mismo hombre aparece ahora en relieve, ya no solo, sino acompañado de los símbolos de un futuro de paz: una niña con una flor, frente a un paisaje que ya no es de muerte, sino de vida. La simplicidad de las imágenes hace que la moneda sea inmediatamente comprensible en el mensaje que quiere transmitir, y parece poner al espectador frente a una elección: ¿de qué lado quieres estar? Dios, de hecho, nos deja libres de elegir. Así como lo fueron Adán y Eva, también nosotros, en nuestro día a día, con nuestras acciones, somos libres de alejarnos de Él o vivir en su luz y en su plenitud. Y esto también se aplica a los sistemas internacionales más amplios, cuando la elección entre el bien y el mal, la paz y la guerra, determina el futuro de los pueblos.
¿Cuáles fueron los pasos principales del proceso creativo? ¿Comienza con un boceto, una idea abstracta, un símbolo?
La inspiración inicial siempre pasa por una primera fase de investigación y estudio que nos sirve a los artistas para crear una conexión también emocional con la obra a realizar. En este caso, el deseo de abordar el tema mediante imágenes de oposición surgió casi de inmediato. El segundo paso siempre implica el desafío de sintetizar la inspiración en una imagen que tenga en cuenta las características intrínsecas de una moneda, como el tamaño, el material y la técnica. A partir de la idea de dividir la moneda verticalmente en dos secciones a ambos lados, para representar la oposición entre guerra y paz, poco a poco se fue desarrollando toda la composición, girando principalmente en torno a los diferentes escenarios tanto iconográficos como plásticos que las dos mitades representaban. En el lado izquierdo, que representa la guerra, el hombre está representado por una silueta vacía, equivalente al nivel cero de la moneda y visible solo gracias al plano en relieve del cielo circundante que lo delimita. Esto significa cómo la guerra vacía literalmente al ser humano de su dignidad y humanidad, dejándolo vacío y solo, carente de su forma intrínseca. En el lado derecho, en cambio, el hombre no solo ya no está solo, sino que su silueta y la de la niña aparecen en relieve, en su plenitud tanto concreta como simbólica. Este juego de planos negativos y positivos es altamente simbólico, pero también ayuda al perfecto equilibrio compositivo del diseño, y fue el resultado de un proceso de diseño largo y cuidadoso. Si bien la inspiración inicial es algo instantáneo, el estudio de la composición relacionada siempre es un proceso hecho de pruebas, verificaciones y experiencia.
¿Cuánto tiempo le llevó llegar al diseño definitivo?
El proceso de estudio de las primeras propuestas para presentar a la Casa de la Moneda del Estado de la Ciudad del Vaticano duró aproximadamente tres semanas, para luego continuar con las indicaciones y modificaciones que se solicitaron y pusieron en práctica. En total, todo el proceso de diseño duró alrededor de un mes y medio, antes de dar paso a la fase de modelado.
¿Tuvo algún referente histórico, cultural o personal al crear esta moneda?
El tema del dualismo entre Guerra y Paz, Bien y Mal, está sin duda relacionado con los referentes culturales católicos con los que crecí, pero creo que la idea de representar la Paz a través del crecimiento de una nueva generación está sin duda relacionada con mis referencias personales como madre de dos pequeños niños, y por tanto, profundamente sensible al tema de cuidar su futuro.
¿Cómo reaccionó cuando descubrió que la moneda había ganado el premio?
La sorpresa fue la primera reacción, ya que la noticia me sorprendió durante la ceremonia de premiación del concurso Coin of the Year en la World Fair of Money en Estados Unidos. Estaba allí por trabajo y, sabiendo de la ceremonia y la nominación de esta moneda, asistí con gran curiosidad por primera vez a este gran evento internacional. La moneda de 50 euros del Vaticano había llegado a la final entre las 10 mejores monedas de oro de 2024: cuando se anunció como ganadora, es decir, como la mejor moneda de oro acuñada del año, la alegría y emoción que sentí fueron indescriptibles. El presidente de la American Numismatic Association pronunció un hermoso discurso motivacional, describiendo en detalle el diseño y agradeciendo al Vaticano como país emisor, a mí como autora y a la artista Claudia Momoni como grabadora, por el excelente trabajo realizado al acuñar una imagen tan potente y comunicativa sobre un tema tan urgente e importante como el de la Paz. Las fotos de la ceremonia probablemente captaron toda mi profunda alegría y emoción al recibir el premio en nombre de la Casa de la Moneda Vaticana y de todas las personas que trabajaron en esta acuñación.
¿Qué significa para usted, como artista, recibir este reconocimiento?
Recibir este premio tiene un gran valor y significado para mí, no solo a nivel profesional. Artísticamente hablando, ganar uno de los premios del Coin of the Year Award es probablemente uno de los mayores reconocimientos posibles, y por lo tanto, un gran prestigio a nivel profesional. Sin embargo, personalmente, estoy especialmente feliz de que este premio haya llegado por una moneda realizada para la Ciudad del Vaticano. Esto se debe a que la Casa de la Moneda Vaticana representó para mí el primer paso como artista de monedas: al inicio de mi carrera, con apenas 25 años y solo mucha pasión y formación, el Gobernatorado me dio la oportunidad de probar suerte firmando mi primera moneda. Mi carrera como freelance comenzó y creció a través de las emisiones vaticanas y luego se extendió y maduró, y después de más de 13 años y muchas monedas, ver una de mis obras vaticanas recibir uno de los más altos reconocimientos es realmente muy fuerte y significativo para mí. Entregar este premio a la Ciudad del Vaticano simboliza de alguna manera devolver esa confianza en mí depositada hace muchos años, que abrió nuevas puertas para mi arte y me dio la oportunidad de mostrarlo al mundo.
¿Hubo algún desafío técnico particular al traducir su visión artística en una superficie tan pequeña y detallada?
Comunicar de manera directa e inmediata es uno de los requisitos del diseño numismático, que a menudo resulta muy difícil de implementar: pocos milímetros de diámetro para contar historias y transmitir valores y mensajes importantes que deben expresarse de manera que sean inmediatamente comprensibles a primera vista. Sintetizar todo en la "tela" limitada de una moneda es el mayor desafío de todos, pero diseños como este de la moneda de 50 euros "Guerra y Paz" me reconfortan al ver cuánto años de desafíos - a veces fallidos, otras veces exitosos - me han entrenado en mi búsqueda de síntesis y armonía compositiva.
A nivel técnico, esta moneda también tiene otro récord. De hecho, por primera vez en la historia de las emisiones numismáticas vaticanas, el proceso artístico creativo de una moneda se realizó exclusivamente a través de un PC, sin nunca tocar lápiz, hojas o materiales escultóricos, sino utilizando solo la pluma de mi tableta gráfica. Dada la naturaleza muy gráfica del diseño concebido, fue evidente desde el principio que la mejor herramienta a utilizar, especialmente para la creación del modelo para la acuñación, era el software 3D digital, y mi propuesta fue recibida con interés y curiosidad por la Casa de la Moneda Vaticana.
Este "bautizo digital" para las emisiones vaticanas representa un paso significativo hacia el futuro y es también fruto de la perspectiva de apertura que ya ha caracterizado a la Casa de la Moneda Vaticana en los últimos años, que en colaboración con la Casa de la Moneda Italiana ha introducido nuevos productos y nuevas técnicas a la tradicional gama de monedas a la que los coleccionistas estaban acostumbrados.
¿Qué significa colaborar con el Gobernatorado para realizar las imágenes de las monedas?
Ser una de las artistas que colaboran de forma estable con el Gobernatorado en el diseño y esculpido de las monedas del Estado de la Ciudad del Vaticano representa un gran honor y un desafío diferente cada vez: las monedas y su iconografía en la historia siempre han sido el emblema de los tiempos, y cada Estado ha desempeñado una narrativa precisa para comunicar al mundo y a la historia un mensaje claro relativo a cada periodo histórico. Llevar a cabo todo esto a través de las monedas, objetos de colección pero también valores estatales oficiales emitidos por decreto, representa una responsabilidad bella pero también delicada, especialmente en esta difícil era de cambios y desestabilizaciones para el mundo entero y para la Iglesia. También mirando las monedas que creamos hoy, dentro de 100 años alguien leerá la historia de la Iglesia y los magisterios papales, captando sus sensibilidades y tendencias. ¡Las monedas tienen un gran significado histórico y cultural que a menudo olvidamos!
