Entrevista con Luigi Salimbeni, Subdirector de la Dirección de Telecomunicaciones y Sistemas Informáticos
Un balance de la World Telecommunication Standardization Assembly (WTSA-24)
La inteligencia artificial es un desafío y una oportunidad. Sin embargo, es necesario imponer su estandarización internacional en el ámbito ético, además de seguir promoviendo la conectividad universal y la inclusión digital, para que ningún país, región o comunidad quede atrás. También se discutieron estos temas durante la World Telecommunication Standardization Assembly (WTSA-24), que se celebró del 15 al 24 de octubre de 2024 en Nueva Delhi, India.
A la asamblea asistió la Delegación Vaticana, encabezada por Suor Raffaella Petrini, Secretaria General de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, e integrada por Antonino Intersimone, Director de Telecomunicaciones y Sistemas Informáticos; Luigi Salimbeni, Subdirector de la Dirección de Telecomunicaciones y Sistemas Informáticos de la Gobernación; y Sergio Salvatori, funcionario técnico de la Dirección Tecnológica del Dicasterio para la Comunicación.
Hemos pedido al ingeniero Luigi Salimbeni, subdirector de la Dirección de Telecomunicaciones y Sistemas Informáticos, que haga un balance del evento internacional.
Haciendo un balance de la reciente asamblea WTSA-24, ¿qué aspectos positivos y críticos destacaría?
Las conferencias y asambleas mundiales de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) son momentos fundamentales para preparar y orientar el trabajo que se llevará a cabo en los años siguientes dentro de los grupos de estudio que operan en esta organización. El debate entre los países miembros de la UIT que tiene lugar durante estas conferencias adquiere, por lo tanto, un significado estratégico y político, además de técnico, ya que las discusiones y posiciones reflejan la visión y los escenarios que los distintos países prevén y aspiran alcanzar en relación con las telecomunicaciones.
La WTSA-24 siguió esta línea, y los debates que se desarrollaron durante los diez días de intensa actividad, resultado de una minuciosa preparación llevada a cabo en los años anteriores dentro de los Grupos Regionales, reflejaron, por un lado, un acuerdo general de todos los países sobre la evolución de los escenarios globales de las actividades de estandarización en telecomunicaciones. Por otro lado, destacaron las respectivas diferencias de visión sobre el futuro, fruto de una legítima y natural diversidad en los objetivos de estrategia industrial, geopolítica y sensibilidad cultural.
Este es, sin duda, el aspecto más positivo de una asamblea como la WTSA-24: el hecho de que las decisiones sobre el futuro de las actividades de estandarización de las telecomunicaciones se tomen sobre la base de un consenso entre todos los países del mundo, en un diálogo en el que un Estado pequeño como la Ciudad del Vaticano puede expresar su visión al mismo nivel que gigantes económicos y políticos como Estados Unidos y China. La atención a los temas éticos de la tecnología de las telecomunicaciones es un aspecto en el que todos los países están de acuerdo, cada uno con sus propias particularidades.
Sin embargo, está claro que, desde un punto de vista económico e industrial, orientar las actividades de estudio hacia una tecnología en lugar de otra puede tener una enorme importancia en la modificación de los escenarios económicos a gran escala. La influencia de los acontecimientos geopolíticos también tiene un impacto en las discusiones, como se observó en la elección de los candidatos para los roles de coordinación de los organismos del sector de estandarización de la UIT.
Durante la asamblea se adoptaron ocho resoluciones. ¿Podría explicarnos brevemente cuáles son?
En el sector de estandarización de la UIT, el UIT-T, antes de la WTSA-24, había 58 resoluciones en vigor. De estas, una fue suprimida y 44 fueron modificadas durante la WTSA-24. Se adoptaron ocho nuevas resoluciones que abordan los estudios sobre: la estandarización de infraestructuras digitales públicas, la sostenibilidad de la transformación digital, la participación de nuevas generaciones de expertos en las actividades de estandarización, las comunicaciones entre vehículos, la planificación estratégica dentro del UIT-T, la información de localización proporcionada por los terminales telefónicos móviles en caso de emergencia.
Dos nuevas resoluciones muy esperadas se centran en la estandarización del metaverso y de las tecnologías de inteligencia artificial en apoyo de las telecomunicaciones.
En particular, la resolución sobre el metaverso aclara que no se trata de una tecnología independiente, sino de una plataforma que combina múltiples tecnologías que deben ser interoperables. Además, se destaca que en esta plataforma evolucionarán los desafíos éticos, la protección de los datos personales, la inclusividad y la seguridad, aspectos que ya hemos aprendido a considerar en las tecnologías actualmente en uso.
¿Qué implica para el Estado de la Ciudad del Vaticano la participación en este evento?
Desde hace muchos años, en las conferencias y asambleas mundiales sobre telecomunicaciones hemos observado un profundo interés por parte de los participantes en escuchar lo que el Estado de la Ciudad del Vaticano, en nombre de la Santa Sede, tiene que decir en relación con el respeto de los valores éticos que deben considerarse en el diseño y la implementación de los sistemas tecnológicos actuales.
Son temas cuya necesidad es ampliamente reconocida, pero que no están tan arraigados en la experiencia y en el trasfondo cultural de muchos de los especialistas del sector. Por ello, lo que el Estado de la Ciudad del Vaticano puede aportar en estos ámbitos es recibido con gran interés. Evidentemente, contribuir es posible solo participando en estos eventos, ya que de otro modo el patrimonio de experiencia en cuestiones éticas que podemos compartir permanecería completamente invisible.
¿En qué medida las directrices adoptadas en estos encuentros se reflejan en el Vaticano y, en particular, en su Dirección?
Los resultados de eventos como la WTSA-24 o de otras conferencias de la UIT influyen sin duda en nuestra actividad en el ámbito de las telecomunicaciones. Quizás no de manera inmediata ni directa, pero es indudable que existen repercusiones.
En el caso de la WTSA, las resoluciones adoptadas establecen los objetivos de los estudios para los próximos años. Es probable que, en un futuro, estos estudios den lugar a la creación de normas y “Recomendaciones” y que, al adquirir un producto o un sistema tecnológico, tengamos que exigir al proveedor la conformidad con dichas normas y recomendaciones. Un proceso similar al que ocurre hoy en día cuando solicitamos la conformidad de las fibras ópticas con las “Recomendaciones UIT-T”, producidas hace ya décadas, basadas en estudios iniciados a partir de resoluciones adoptadas en eventos como este en el que hemos participado.
¿Qué papel tiene y tendrá la inteligencia artificial en el ámbito de las telecomunicaciones y los sistemas informáticos de la Gobernación?
Los sistemas que implementan tecnologías de inteligencia artificial se emplean en una amplia variedad de ámbitos y se prevé que surjan constantemente nuevas aplicaciones en el futuro inmediato.
Es interesante destacar que la UIT ha subrayado enérgicamente que su ámbito de intervención en inteligencia artificial se limita exclusivamente a las aplicaciones diseñadas para apoyar las telecomunicaciones. Esta limitación, impuesta por la UIT sobre sus competencias, es crucial para definir el papel que la inteligencia artificial tendrá en las actividades de nuestra Dirección.
No cabe duda de que en un futuro próximo todos utilizaremos aplicaciones de inteligencia artificial para redactar correos electrónicos o para crear hojas de cálculo, pero estos aspectos de la inteligencia artificial no pueden considerarse específicos de las telecomunicaciones y la informática. De la misma manera, no será responsabilidad de nuestra Dirección evaluar los aspectos éticos del uso de la inteligencia artificial ni definir sus reglas y criterios en relación con el respeto a la persona.
Sin embargo, sabemos que la inteligencia artificial se utilizará para hacer que las telecomunicaciones sean más eficientes, por ejemplo, mediante la implementación de sistemas de uso compartido y flexible del espectro radioeléctrico y dispositivos de bajo consumo energético.
Por otro lado, las tecnologías de inteligencia artificial requieren arquitecturas de computación complejas con un alto consumo energético. Estos son los aspectos de la inteligencia artificial que ya debemos considerar en el ámbito de las telecomunicaciones y los sistemas informáticos de la gobernación, con el objetivo de anticiparnos tanto a los escenarios tecnológicos como a los aspectos económicos de esta evolución, que sin duda dará lugar a un uso intensivo y generalizado de la inteligencia artificial en los ámbitos de competencia de nuestra Dirección.