Inauguración en los Museos Vaticanos del restaurado Apolo del Belvedere
Una obra maestra artistico que desafía el tiempo
Gracias al valioso aporte de los Patrons of the Arts in the Vatican Museums, la célebre e invaluable escultura del Apolo del Belvedere, que data de los primeros decenios del siglo II, vuelve a ser visible para el público después de un delicado proceso de restauración que ha durado casi cinco años.
El cardenal Fernando Vérgez Alzaga, Presidente del Gobernatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, fue quien presidió la ceremonia de inauguración del capolavoro el lunes 14 de octubre. A la conferencia de presentación asistieron Barbara Jatta, directora de la Dirección de Museos y Bienes Culturales del Gobernatorato; monseñor Terence Hogan, coordinador de la Oficina de Relaciones con los Patrons of the Arts in the Vatican Museums; Giandomenico Spinola, subdirector artístico-científico de la Dirección de Museos y Bienes Culturales; y Claudia Valeri, del Departamento de Antigüedades Griegas y Romanas. Entre los presentes también se encontraban algunos directores de las diferentes direcciones del Gobernatorato: Guy Devreux, responsable del Laboratorio de Restauración de Materiales Lapídeos; Andrea Felice y Valentina Felici, del mismo laboratorio, y Fabio Morresi, responsable del Gabinete de Investigaciones Científicas. Asimismo, estuvo presente Sabrina Zappia, presidenta del capítulo italiano e internacional de los Patrons.
El proyecto de estudio y restauración fue coordinado por el Departamento de Antigüedades Griegas y Romanas y ejecutado por el Laboratorio de Restauración de Materiales Lapídeos en colaboración con el Gabinete de Investigaciones Científicas de los Museos Vaticanos.
Al concluir la conferencia, en el Cortile Ottagono, donde se reinstaló el Apolo, el cardenal Fernando Vérgez Alzaga presidió la ceremonia oficial de inauguración.
En el marco de la presentación de los trabajos sobre esta célebre obra, el martes 15 de octubre, a las 16.30 horas, en el Braccio Nuovo de los Museos Vaticanos, tras una introducción a cargo de Barbara Jatta y Giandomenico Spinola, tendrá lugar una conferencia titulada «El Apolo del Belvedere: restauración en equilibrio entre técnica y filología», en la que se presentarán los detalles del proceso de restauración. Intervendrán Claudia Valeri, Guy Devreux, Andrea Felice, Valentina Felici y Fabio Morresi, con la participación de Monseñor Hogan.
A continuación reproducimos el discurso del Cardenal Vérgez Alzaga durante la presentación oficial del Apolo del Belvedere:
Discurso del Cardenal Fernando Vérgez Alzaga:
Quisiera en primer lugar saludar y agradecer a la institución que ha financiado la restauración, el Bank of America Art Conservation Project 2021. Su generosa contribución ha hecho
hecho posible esta valiosa restauración. Agradezco también la mediación del Capítulo italiano e internacional y las contribuciones de los Capítulos de Illinois y Nueva York, que hicieron posible la realización de estudios preliminares sobre la estatua.
Agradezco y saludo asimismo a la Directora de la Dirección de Museos y Bienes Culturales, la doctora Barbara Jatta, a la curadora del Departamento de Antigüedades Griegas y Romanas, la doctora Claudia Valeri, y a todos los colaboradores de la Dirección.
Es un gran placer acogerles en los Museos Vaticanos y estar con ustedes esta
esta tarde. Estoy encantado por esta maravillosa ocasión porque el Apolo del Belvedere, después de
tras una larga y delicada restauración, vuelve hoy a ser disfrutado por los numerosos visitantes
que recorren cada día las galerías del Museo.
El Apolo ha despertado gran admiración desde su descubrimiento en Roma a finales del siglo XV. El Papa Julio II lo quiso en el Vaticano, y desde hace más de 500 años ha estado expuesto en el Belvedere, en el mismo lugar donde, dentro de poco, podremos volver a admirarlo.
De todas las obras que sobrevivieron al naufragio de la Antigüedad, el Apolo del
Belvedere ha representado durante siglos el ideal supremo del arte. Admirado,
dibujado y reproducido sin cesar, ha inspirado a artistas de todos los tiempos, convirtiéndose en
parte de nuestro imaginario colectivo.
Cuando, en diciembre del 2019, el monitoreo al que estaba sometida la escultura reveló una anomalía, la preocupación fue inmediata. La célebre escultura estaba en riesgo, y se intervino de inmediato con una medida de seguridad urgente. Sin embargo, nadie sospechaba que, pocas semanas después, el mundo sería golpeado por la pandemia. A principios de marzo, la gravedad de la situación se hizo evidente y comenzó un tiempo surrealista y largamente suspendido.
Incluso el Apolo tuvo que esperar el retorno, poco a poco, de una condición de normalidad. En un período de lenta recuperación, el apoyo de nuestros Patrons fue fundamental para iniciar el estudio, la planificación y finalmente la ejecución de este complejo proceso de restauración, que hoy les presentamos en primicia.
Queridos amigos y generosos partidarios de las artes Os estamos agradecidos por hacer posible el nuevo balance del Apolo.
Desde el principio, nuestro objetivo común fue garantizar la estabilidad de la estatua interviniendo en ella con toda cautela. El Apolo necesitaba
apoyo adicional, para lo que utilizamos tecnología y materiales de última generación.
Se insertó una barra de fibra de carbono ligeramente arqueada en la base de mármol zócalo de mármol, lo que permitió aligerar las frágiles piernas de Apolo unos 150 kilogramos.
Gracias a las operaciones de limpieza, también delicadas y complejas, la superficie marmórea de la escultura ha ido recuperando gradualmente su luminosidad y vigor plástico. Entre los rizos ha vuelto a emerger el tono violáceo que evidencia la preparación para la aplicación de pan de oro en su cabello.
Es, pues, con renovada alegría que esta noche devolvemos al mundo un Apolo resplandeciente, radiante como el de Homero, una obra maestra del arte y la ingeniosidad que esperamos continúe desafiando al tiempo por los siglos venideros.