La pintura como instrumento para revelar a todos los misterios de la fe
Guido di Pietro, conocido como Juan de Fiesole o, más aún, como Beato Angélico, fue un fraile dominico dotado de un extraordinario talento para la pintura.
Recibió este apelativo por el profundo mensaje de fe que impregna todas sus obras, por la humildad que lo caracterizaba y por el valor místico que atribuía a la luz.
Guido nació en Vicchio di Mugello, en las proximidades de Florencia, entre 1395 y 1400.