Historia de las tarjetas telefónicas vaticanas
La primera tarjeta telefónica vaticana se emitió en 1992, cuando el uso del teléfono móvil aún no se había generalizado y el Vaticano podía contar con la presencia de un centenar de teléfonos públicos distribuidos por todo el territorio, utilizados tanto por turistas como por usuarios no tan ocasionales, como estudiantes de diversos Seminarios y Universidades, miembros del Cuerpo de Gendarmería, de la Guardia Suiza Pontificia y las numerosas personas que visitan diariamente el Vaticano por motivos de trabajo, estudio o para acudir a la Farmacia. Muchos de ellos mostraron, desde el principio, una gran afición por estas tarjetas, conservándolas incluso después de su uso y empezando a coleccionarlas.
Hasta la fecha, a la primera tarjeta con el número «0» le han seguido más de 200, todas con temas históricos, artísticos o religiosos, así como tres series extraordinarias: una dedicada a la Librería Editora Vaticana, presentada en la Feria del Libro de Fráncfort en 2009, otra dedicada al Jubileo de la Misericordia (2016) y otra dedicada a los cuadros del pintor veneciano Carlo Crivelli con motivo de su restauración (2020).
Desde el 2008, cada número, compuesto por cuatro tarjetas, se presenta en una carpeta de edición limitada y numerada, después de que un experimento similar en el 2007, con sólo 600 ejemplares, fuera muy bien acogido por los coleccionistas.
La venta, directa o por correo, corre a cargo del Servicio Telefónico, que ha puesto una oficina especial a disposición de los coleccionistas (e-mail: