7 de abril: San Juan Bautista de La Salle
Patrono de los maestros
En el siglo XVII, la escuela en Francia ya no respondía a las exigencias de su tiempo. La enseñanza era dispersa, alejada de la realidad y de las necesidades de una sociedad en transformación. La cultura estaba reservada a una élite, y la escuela primaria seguía basada en el método individual. Un joven sacerdote tuvo el coraje de transformar la escuela, convirtiéndola en un lugar donde prepararse para la vida, además de aprender contenidos y conocimientos.
Ese sacerdote se llamaba San Juan Bautista de La Salle. Nació en Reims, el 30 de abril de 1651, en una familia noble, siendo el primogénito de diez hermanos. Desde muy joven se orientó hacia la vida eclesiástica. Cursó estudios de Retórica y Filosofía, y con solo 16 años fue nombrado canónigo del cabildo de la catedral de Reims. Recibió las órdenes menores e inició sus estudios de Teología, que continuó en la Sorbona de París, mientras asistía al seminario de San Sulpicio. Fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1678.
Encargado por el arzobispo de Reims de ocuparse de la educación de los jóvenes, comenzó a encontrarse con maestros deseosos de aprender un nuevo método de enseñanza. Formó con ellos un grupo a través de una escuela para docentes y elaboró una pedagogía adecuada a los estudiantes. En 1684, llegó a instituir una escuela magistral adaptada a las necesidades de su época, que incluía formación pedagógica y prácticas docentes.
Deseaba que los maestros dejaran de enseñar de forma individual para hacerlo a toda la clase, y optó por combinar teoría y práctica, involucrando también a las familias en la formación de sus hijos. Fue pionero en crear escuelas dominicales para jóvenes que trabajaban entre semana.
El núcleo de su enseñanza se basaba en los valores cristianos. Reunió a un grupo de maestros, proponiéndoles consagrarse a Dios para dar testimonio de vida cristiana a sus alumnos. Quería que se dedicaran por entero a ellos, por lo que pidió que no recibieran la ordenación sacerdotal.
Con estos laicos fundó, en 1682, el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. En 1688, sus hijos espirituales fueron llamados a enseñar en París. Sin embargo, el fundador fue acusado por parte del alto clero de la ciudad, por algunos párrocos y también por las autoridades civiles, hasta el punto de verse obligado a trasladarse al pequeño pueblo de Saint-Yon, cerca de Ruan.
Su respuesta fue entregarse a la oración, la penitencia y el estudio. Sufrió mucho a causa de calumnias y acusaciones infundadas. En 1702, tras una visita canónica, fue destituido del cargo de superior. Falleció el 7 de abril de 1719 en Saint-Yon, cerca de Ruan.
El papa Pío XII lo proclamó Patrono de los maestros el 15 de mayo de 1950.