Seleccione su idioma

26 de agosto: San Alejandro mártir

Un soldado de Cristo

Según los Acta martyrum, Alejandro era un centurión al mando de una unidad perteneciente a la legión Tebana, un cuerpo militar compuesto por soldados cristianos. Cuando dicha legión fue trasladada a Occidente para hacer frente a las incursiones de los cuados y los marcomanos, recibió, al atravesar la región del Valais, la orden de perseguir a los cristianos, víctimas en aquel momento de una nueva oleada de persecuciones. Los soldados cristianos, al negarse a obedecer tales mandatos, fueron masacrados. Alejandro fue uno de los pocos supervivientes y logró huir hacia Italia.

Al llegar a Milán, fue reconocido y encarcelado. Tras un intento fallido de fuga, fue capturado de nuevo y condenado a muerte por decapitación. Sin embargo, logró escapar milagrosamente de la ejecución y encontró refugio en Bérgamo, acogido por el príncipe Crotacio. Allí prosiguió su labor evangelizadora, pero fue nuevamente descubierto, arrestado y ejecutado públicamente.

Era el 26 de agosto del año 303. Desde el momento mismo de su martirio, Alejandro fue venerado con gran devoción en el lugar donde había sido asesinado, y en Bérgamo se erigió pronto una basílica en su honor. El culto al mártir está atestiguado al menos desde el siglo VI, y aún hoy la ciudad de Bérgamo lo reconoce como su Patrono principal.

Seleccione su idioma