Seleccione su idioma

6 de septiembre: San Zacarías, profeta

El anuncio de la entrada triunfal del Mesías en Jerusalén

San Zacarías, que vivió en el siglo VI a.C. en Galaad (Jordania), es uno de los profetas menores del Antiguo Testamento. Su nombre significa «Dios se acuerda». Perteneciente a la tribu de Leví, recibió la llamada al ministerio profético del profeta Ageo.

Zacarías tuvo numerosas visiones y profecías, signo de su profunda comunión con Dios. El tema central de su predicación es el retorno a Dios por parte del pueblo judío, que había regresado del exilio babilónico. Hacia el año 520 a.C., exhortó a la comunidad a reconstruir el Templo de Jerusalén, superando las dificultades y la oposición de quienes se habían establecido en Palestina durante el destierro.

A través de visiones y parábolas, transmitió la invitación de Dios a la penitencia, entendida como condición necesaria para la realización de las promesas divinas.

Sus profecías hablan del futuro del nuevo Israel, tanto próximo como mesiánico. Zacarías subraya que este Israel será santo y espiritualmente renovado, gracias a la acción de Dios.

La renovación se presenta como fruto del amor y de la omnipotencia divina. La alianza con David, interrumpida por el exilio, se reanuda en Jerusalén con nueva fuerza.

Una de sus profecías se cumplió de manera evidente con la entrada de Jesús en Jerusalén, signo del inicio del reino mesiánico: «¡Alégrate sobremanera, hija de Sión, grita de júbilo, hija de Jerusalén! He aquí que viene a ti tu rey: es justo y victorioso, humilde, cabalga un asno, un pollino, cría de borrica. Hará desaparecer los carros de guerra de Efraín y los caballos de Jerusalén, se quebrará el arco de guerra, proclamará la paz a las naciones; su dominio se extenderá de mar a mar y desde el Río hasta los confines de la tierra» (Zac 9, 9-10).

Zacarías murió en edad avanzada y fue sepultado junto al profeta Ageo.

Seleccione su idioma