Seleccione su idioma

12 de julio: San Juan Gualberto

El Santo del perdón

Tuvo la fuerza de perdonar al asesino de su hermano, a pesar de que ese gesto le acarreó grandes conflictos con su familia. Su padre, en particular, jamás aceptó aquella decisión, y fue precisamente por ello que Juan Gualberto decidió ingresar en el monasterio benedictino de San Miniato, en Florencia.

Nacido probablemente entre finales del siglo X y comienzos del XI, no lejos de Florencia, una vez ingresado en el monasterio, se enfrentó de inmediato a la corrupción presente también en aquel lugar. Denunció públicamente al abad Oberto, quien había obtenido su cargo de forma ilícita, comprándolo con la ayuda del obispo. Sin embargo, Juan se dio cuenta de que, por sí solo, no podía cambiar las cosas. Deseoso de volver a los orígenes y vivir el Evangelio con coherencia, decidió dejarlo todo y vivir como ermitaño, siguiendo de forma auténtica la Regla de san Benito.

Emprendió entonces un viaje en busca de experiencias monásticas. Al principio se dirigió a Romaña, deteniéndose en diversos monasterios, y más tarde pasó un tiempo en el eremitorio de Camaldoli. No obstante, no encontró allí lo que buscaba. Rechazó la ordenación sacerdotal que le había sido propuesta por el prior de Camaldoli, y explicó que su fervor espiritual se dirigía hacia la vida comunitaria, tal como la indicaba la Regla benedictina.

Esa profunda convicción en el ideal cenobítico fue precisamente lo que le llevó a abandonar Camaldoli y, con el apoyo del propio prior, fundar un nuevo instituto monástico basado en la vida en común y en la Regla de san Benito.

Juan se unió así a otros dos ermitaños, Pablo y Guntelmo, procedentes del monasterio de Settimo, cerca de Florencia. Los tres se establecieron en la montaña, en un lugar boscoso y de aguas puras, conocido entonces como Aquabella o Cerretaia, entre Florencia y el Casentino. Allí fundaron una nueva comunidad monástica basada en la Regla benedictina y alejada de toda corrupción.

Así nació la Abadía de Vallombrosa, que se convirtió en un importante centro de espiritualidad. La comunidad creció también gracias a la llegada de laicos procedentes de Florencia, atraídos por el estilo de vida que allí se proponía.

Aunque en un primer momento se mostró reacio, Juan aceptó finalmente convertirse en abad y fundó así la Orden de los Vallombrosanos.

Su intención era volver a la pureza de las enseñanzas de los Apóstoles, de los Padres de la Iglesia, de san Basilio y de san Benito, dando una importancia particular a la pobreza y al trabajo manual. Juan se comprometió con firmeza y en primera persona en la reforma de los monasterios, tratando de devolverles un estilo de vida más auténtico y fiel al Evangelio.

San Juan Gualberto murió el 12 de julio de 1073 en Passignano, cerca de Florencia. Fue canonizado en 1193 por Celestino III.

Por su especial vínculo con la naturaleza, Pío XII lo proclamó, en 1951, patrono del Cuerpo Forestal del Estado italiano.

Seleccione su idioma