1 de julio: Santos Julio y Aarón, mártires
Auténticos testigos del Evangelio
El epicentro del culto a los santos Julio y Aarón se halla en Caerleon, nombre de raíz celta que significa “Ciudad de las Legiones” (Quadra Legionum). Caerleon, emplazada en el sur de Gales, fue una fortaleza ocupada de manera permanente por la Segunda Legión Augusta desde el año 75 hasta el 431 de nuestra era.
Ambos mártires habrían entregado la vida por Cristo, presumiblemente durante la persecución de Diocleciano, en el año 304.
Un documento del siglo IX menciona dos iglesias en Caerleon dedicadas a dichos santos: una a san Julio, situada en la ribera meridional del río Usk, y otra a san Aarón, en la ribera septentrional. Ya en el siglo XII, el Libro de Llandaff hace memoria de una iglesia o capilla bajo la advocación de Merthir Jun et Aaron (“martyrion” de Julio y Aarón), enclavada en el “territorio de los santos mártires Julio y Aarón”. Asimismo, entre las muchas fuentes sagradas de Gales, se cuenta una dedicada a san Aarón, y también en Silchester existía un templo consagrado a ambos santos.
Su conmemoración litúrgica fue fijada por san Adón (hacia el año 860) el 22 de junio, si bien Pedro de Natalibus, entre 1369 y 1372, trasladó la fecha al 1 de julio, con toda probabilidad para asociarla a la festividad de Aarón, el Sumo Sacerdote del Antiguo Testamento. Esta última fecha fue finalmente la adoptada por el Martirologio Romano, donde perdura hasta nuestros días.
