Domingo 11 de agosto: Conmemoración de la muerte de Santa Clara de Asís
Patrona universal de la televisión y las telecomunicaciones.
Nochebuena 1252 en Asís: Santa Clara estaba confinada en su cama en el dormitorio del monasterio de San Damián a causa de su enfermedad. Sus hermanas la dejaban sola para el rezo de maitines, pero a ella le hubiera gustado reunirse con ellas al menos esa noche. Así que pidió al Señor que le concediera su deseo, tal era su devoción al misterio del nacimiento del Salvador. Más de siete siglos después, el 14 de febrero de 1958, Pío XII proclamó a Clara patrona universal de la televisión y de las telecomunicaciones. El episodio sigue de actualidad, ya que, el día en que se celebra el nacimiento de la Santa al Cielo, el 11 de agosto, la Gobernación también la recuerda por su patronazgo de la Dirección de Telecomunicaciones y Sistemas de Información.
Los Fioretti, en el capítulo XXXV, narran que, en esa noche, Clara fue llevada milagrosamente a la iglesia de San Francisco en Asís, mientras que en los Actos del proceso con miras a la canonización de la Santa, se menciona solo una visión de lo que estaba ocurriendo. No obstante, las fuentes coinciden en afirmar que el Señor escuchó su oración y, al comenzar a pensar en el Niño Jesús y al lamentarse mucho por no poder participar en el canto de los laudes, Clara dijo: "Señor Jesús, aquí me tienes en este lugar, abandonada, sola contigo". Y, de repente, aquel concierto que se estaba realizando en la iglesia de San Francisco comenzó a resonar en sus oídos.
Los detalles se recogen en la Vida de Santa Clara, virgen, en las Fuentes Franciscanas (3212): «Oía el júbilo de los hermanos que salmodiaban y escuchaba las armonías de los que cantaban, ¡incluso percibía el sonido de los órganos! Y aquel lugar no estaba en absoluto tan cerca como para que humanamente fuera posible oír tales cosas, por lo que, o bien aquellas solemnes ceremonias le fueron amplificadas por Dios, o bien su oído estaba fortalecido más allá de las posibilidades humanas. Pero lo que supera todo esto es el hecho de que fuera considerada digna de ver el pesebre del Señor.
Fue precisamente por esto que, con la Carta Apostólica Clarius explendescit, el Papa Pacelli declaró a Santa Clara de Asís patrona de la incipiente televisión, con la siguiente motivación: "Nocte quadam natalis Servatoris Iesu Christi Asisii, cum aegrotans in suo coenobio super lectum decumberet, pios concentus, qui in Franciscali templo inter sacros ritus edebantur, audivit quasi praesens adesset, ac praesepe Divini Parvuli vidit" (Acta Apostolicae Sedis L [1958], 513).
Ciertamente, la fama de santidad que rodeaba a la Santa entre el Pueblo de Dios favoreció tal patrocinio. Recordemos que, al día siguiente de su muerte, durante las exequias fúnebres, Inocencio IV, que se encontraba en Asís, propuso celebrar el oficio de las Vírgenes y no el de los difuntos, expresando así su juicio sobre la santidad de la primera discípula de Francisco.
Gracias a esta gran fama de santidad, fue solemnemente canonizada solo dos años después de su muerte, en 1255, en Anagni, por Alejandro IV, con la Bula Clara claris praeclara: "En ella se vio claramente cumplida aquella profecía que su madre escuchó, según se dice, mientras rezaba estando embarazada de ella: que daría a luz una luz tal que iluminaría grandemente el universo. Alégrese, pues, la madre Iglesia, por haber engendrado y educado a tal hija, quien, como madre fecunda de todas las virtudes, engendró a la religión, con la virtud de sus ejemplos, un gran número de discípulas, y con su completo magisterio, las formó para el perfecto servicio de Cristo".