4 de diciembre: Santa Bárbara, Patrona del Cuerpo de Bomberos
Testigo de Cristo hasta el don de la vida
Santa Bárbara, mártir del siglo III, es la Patrona del Cuerpo de Bomberos. Su memoria litúrgica se celebra el 4 de diciembre, y su culto se difundió a partir del siglo VII, cuando aparecieron los primeros Acta de su martirio. Aunque se conoce poco sobre ella, algunas tradiciones sitúan su origen en Oriente, a mediados del siglo III. Hija única de Dióscoro, un acaudalado pagano, se dice que poseía una gran belleza y recibía numerosas propuestas de matrimonio de poderosos señores. Sin embargo, Bárbara rechazaba casarse, por lo que su padre la confinó en una torre hasta que cambiara de opinión. Allí, instruida por filósofos y poetas, llegó a la conclusión de que Dios es uno solo y se convirtió al Cristianismo.
Al enterarse de su conversión, su padre, lleno de ira, intentó matarla. Bárbara logró esconderse, pero fue delatada por un pastor. Fue arrestada y llevada ante el juez Marciano, quien le ordenó renunciar a su fe; al negarse, fue condenada a atroces torturas, pero nunca abjuró de su fe en Cristo. Finalmente, su propio padre la decapitó, y de inmediato fue alcanzado por un rayo. Esta circunstancia explica su asociación con los rayos y, por extensión, con el fuego y las explosiones. Con el tiempo, Santa Bárbara se convirtió en la patrona de diversas profesiones: artilleros, artificieros, químicos, zapadores, fundidores y metalúrgicos. Debido a su relación con los oficios vinculados al fuego, también es la Patrona de los Bomberos.
Sus reliquias se conservan en varias partes del mundo, siendo una parte significativa custodiada en la iglesia de San Martín en Burano.