25 de abril: San Marcos Evangelista

El taquígrafo de Pedro
Lo que sabemos del evangelista Marcos nos ha llegado a través de los Hechos de los Apóstoles y de algunas cartas de Pedro y Pablo. No formó parte del primer grupo de Apóstoles, pero fue discípulo primero de Pablo y después de Pedro. Algunos autores lo identifican con el joven, hijo de la viuda María, que siguió a Jesús tras su arresto en Getsemaní.
En aquella ocasión, logró escapar de la captura dejando el lienzo con el que se cubría. En los escritos aparece también a veces con el nombre de Juan Marcos.
Nacido en el siglo I, en el seno de una familia judía acomodada, tras la muerte de Cristo residió algún tiempo en Jerusalén junto a San Pablo y Bernabé, su primo, para luego partir con ellos hacia Antioquía. Colaboró así con San Pablo y le acompañó también en su viaje a Chipre. De hecho, lo encontramos posteriormente en Roma, junto a San Pablo, quien, poco antes de morir, escribió a Timoteo: «Toma contigo a Marcos, porque me es muy útil para el ministerio» (2 Tm 4,11).
No sabemos si estuvo presente en el martirio de Pablo; sin embargo, tras la muerte del Apóstol, se puso al servicio de Pedro. Testimonio de su presencia en la Urbe es la Basílica de San Marcos, situada en el centro histórico de Roma, probablemente edificada donde se encontraba su casa.
San Pedro lo consideraba un hijo espiritual, ya que se convirtió en su secretario y traductor. Transcribió, en efecto, las predicaciones y catequesis de Pedro dirigidas a los primeros cristianos de Roma. Por ello, también se le conoce como «el taquígrafo de Pedro», dado que en sus escritos se muestra sumamente fiel a las enseñanzas del Príncipe de los Apóstoles, quien, en su primera carta, escribía: «Os saluda la Iglesia que está en Babilonia, elegida como vosotros, y también Marcos, mi hijo» (1 Pe 5,13).
El evangelista escribió su Evangelio en griego entre los años 50 y 60, basándose en las enseñanzas y testimonios de Pedro. En su relato, describe el ministerio de Cristo tomando como punto de partida el encuentro con Juan el Bautista. A continuación, narra la muerte del Bautista, varias grandes parábolas y diversas curaciones.
El resto de la vida de Marcos es poco conocido. Algunas fuentes afirman que se trasladó a Egipto, donde evangelizó el país, se convirtió en obispo y murió mártir en Alejandría. Otra tradición sostiene que, antes de llegar a Egipto, evangelizó Aquilea y las islas Realtinas, cuna de Venecia.
El evangelista probablemente murió entre los años 68 y 72, posiblemente martirizado en Alejandría de Egipto. Parte de sus reliquias se conservan en El Cairo, en la Catedral de San Marcos, sede del Patriarcado Copto Ortodoxo. El resto de su cuerpo se halla en Venecia, en la basílica que lleva su nombre.
Según la tradición, las reliquias de San Marcos fueron trasladadas de Alejandría a Venecia en el año 828. Se cuenta que los venecianos lograron burlar la vigilancia de los guardias musulmanes escondiendo las reliquias bajo carne de cerdo mientras salían de la ciudad.
El símbolo de Marcos es un león alado, dado que su Evangelio comienza con la referencia a San Juan Bautista, que predicaba en el desierto, donde habitaban fieras salvajes. Además, se creía que vestía pieles de león, aunque Marcos afirma que llevaba pieles de camello. No obstante, la frase evangélica de «la voz que clama en el desierto» evocaba el rugido del león.