9 de mayo: San Pacomio, Abad

El padre del monacato cenobítico
Es el fundador del monacato cenobítico y el primero que redactó una regla para la vida comunitaria. Se trata de san Pacomio, nacido hacia el año 292 en la Tebaida, región del Alto Egipto, en el seno de una familia pagana. A los veinte años fue reclutado a la fuerza por los ejércitos imperiales de Constantino para hacer frente a las incursiones persas. Recluido en una guarnición de Tebas junto a otros soldados y privado de alimento, fue socorrido por los cristianos del lugar. Impresionado por su caridad, Pacomio oró al Dios de los cristianos, prometiéndole que, si lo liberaba de sus cadenas, consagraría su vida al servicio de los hermanos. Y así fue: una vez puesto en libertad, se convirtió y recibió el bautismo.
Se puso bajo la dirección espiritual del eremita Palamón (o Palamos), quien le enseñó los principios del Evangelio y le introdujo en la vida ascética. Pacomio emprendió entonces un giro decisivo: se dedicó al servicio de los pobres y de los enfermos. No obstante, sintió el llamado a buscar a Dios en la soledad como anacoreta.
Según la tradición, un día, mientras se encontraba en el desierto, en Tabennesi, escuchó una voz que lo invitaba a fundar un monasterio. Hacia los años 318-320 fundó el primer cenobio, junto a tres compañeros. Pronto, otras personas pidieron ser admitidas en la comunidad. Por ello, Pacomio redactó una Regla para quienes deseaban vivir en comunidad y no como ermitaños. Se fueron sucediendo nuevas fundaciones monásticas. Cada cenobio estaba bajo la guía de un abad; los monjes vivían en sus celdas y se reunían para la oración, el trabajo y las comidas.
Muy pronto, el monasterio de Tabennesi resultó insuficiente para acoger a los cien monjes que albergaba. Así pues, Pacomio fundó un segundo monasterio en Pbow, donde residió durante largos periodos a partir del año 336. Desde el Alto Egipto, los monasterios se extendieron a otros territorios, como Siria, el norte de África y Europa occidental. Se dice que probablemente contrajo la peste. Al presentir la cercanía de la muerte, reunió a los monjes, los confirmó en la fe y nombró a su sucesor. Falleció el 9 de mayo del año 348, en el monasterio de Pbow. Es conmemorado en la liturgia de la Iglesia católica el 9 de mayo y en la Iglesia ortodoxa, el día 15.